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Eleggua : Dueño de los caminos

Elegguá es el portero de todos los caminos, del monte y la sabana, es el primero de los cuatro guerreros junto a Ogun, Ochosi y Osun. Tiene 21 caminos y sus colores son el rojo y el negro.

Es válido aclarar que elegua es conocido como «el de los 201 y los 401» pues se mueve entre los ángeles que están a la derecha (los 401) y los que están a la izquierda (los 201). Tiene el poder sobre ambos lados, controla los reinos del mal y del bien, él crea el balance entre las dos fuerzas, a la vez que tiene dominio sobre ellas.

Muy notable es la coincidencia con los distintos panteones de la cultura global, en los cuales se observa frecuentemente la existencia de una deidad que siempre recibe las ofrendas primero que el resto de las deidades.

Eleggua es una deidad muy dada a hacer trampas, y a la vez es quien comanda los ejércitos. Puede decirse que el favorito del Dios superior de su panteón.

Eleguá: Es un Osha. El primero de un grupo inseparable concneptualmente junto con Oggun, Ochosi y Osun (Orisha Oddé). Es la primera protección de un individuo que siempre está para salvarle, su guía. Este es el primero que debe entregársele a cualquier persona que lo indique la consulta. Representa la vista que sigue un sendero. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. Es el mensajero de Olofin. Vino a la tierra acompañando a todos los odun de ifa es un Orisha adivino. Es el que abre y cierra los caminos. Vive generalmente detrás de la puerta. Siempre hay que contar con él para hacer cual quier cosa.

El nacimiento de Eleggua Eleggua es hijo del rey Okuboro. Un día, siendo muy joven, andaba con su séquito y vio una luz brillante con tres ojos en el suelo. Al acercarse, vio que era un coco seco (obi). Eleggua se lo llevó al palacio, les contó a sus padres lo que había visto y lo tiró detrás de una puerta. Poco después todos quedaron asombrados al ver la luz que salía del obi. Tres días más tarde, Eleggua murió. Todo el mundo le cogió mucho respeto al obi, que seguía brillando, pero con el tiempo la gente se olvidó de él. Así fue que el pueblo llegó a verse en una situación desesperada y cuando se reunieron los arubbó (viejos), llegaron a la conclusión de que la causa estaba en el abandono del obi. Este, en efecto, se hallaba vacío y comido por los bichos.

Los viejos acordaron hacer algo sólido y perdurable y pensaron en colocar una piedra de santo (otá) en el lugar del obi, detrás de la puerta. Fue el origen del nacimiento de Eleggua como oricha. Por eso se dice Ikú lobi ocha, el muerto parió al santo.

Como atender a nuestros Eggun (muertos) Lo primero que se debe hacer antes de nada es muyumbar a nuestros eggun y atenderlos con lo acostumbrado, flores, tabaco ron, café para que nos asistan en lo que vamos a realizar y nos cuiden de cualquier contratiempo. Si la velación la vas a realizar en tu lugar de trabajo de osha o espiritual le debes poner lo acostumbrado en su rincón, café, pan con mantequilla, café con leche ron, un puro, flores lo cierras y leprendes una vela. Si es en el monte (manigua) se debe atender a una distancia un poco más lejos y cerrar.

COMO SE ATIENDE A ELEGGUÁ

ELEGGUA: ganó con Olofi, Obatala y Orula suficientes privilegios para ser el primer Okana. Se le saluda dando tres toques en el suelo delante de él.

Elegguá y Echú se constituyen en una relación inherente entre lo positivo y lo negativo. Se utiliza Elegguá de cemento y piedra (Ota), el coco parió a Elegguá pero la piedra parió al santo.

Elegguá reside en la puerta, que marca la frontera entre dos mundos, el interno que representa la tranquilidad del hogar y el externo que representa el peligro y la perversidad.

AI comenzar su ofrenda el día lunes, antes de las doce, se lava a Elegguá y le tiene un rato expuesto al sol y así ya dispuesto a recibir su comida. Se derraman en el suelo ante el, los tres chorritos de agua de ritual y se dice: Omi tuto, Ana tuto, Tuto okan, Tuto laroyé, Tutu elei. Se Ie habla, se le pide salud (Didara) Suerte (Oriré) Dinero (Owó) y prosperidad, se le reza: Dueño de todas las 4 esquinas, mayor del camino, padre mío, llévame lo malo, para poder caminar con salud, que no haya enfermo, que no haya pérdida, que no haya revolución, que no haya muerte, en el nombre de todos, le doy muchas gracias padre mío Elegguá.

Elegguá laroye a su comaché ichá fofá guara omi tuto ana tuto tú tu babami cosi ikú cosi aro cosi ofó, arayé, cosi achelú cosi éun afonfó molei delo omodei.

AI presentarle a Elegguá las ofrendas se le deben enumerar en alta voz:

Se soba con manteca de Corojo (Epó), se le pone miel de abeja (Oñi), maíz tostado (Aguadó), Jutia (Ekun) y pescado ahumado (Ellá guí guí). Inmediatamente se toman tres granitos de pimienta (Atare) y se le sopla aguardiente (Otí) y se lanzan unas cuantas bocanadas de humo de tabaco (Hasha) y se deja a su lado el mismo encendido. Se prende una vela (Atana).

Saludo:

Echú elewa oga gbogbo namirin ita alagbana baba mi nulo na buruku nitosi Ie choncho kuelu kuikuo oki kosi ofo, kosi eyo kosi iku kosi ano ni orukó mi gbogbo omonile fú kuikuo odueve, baba mi eleggua.

Saludo:

Te refresco a ti para que me abras el camino con el permiso de mis padres mayores, yo toco la maraca para que tú me abras la puerta para lograr la paz, prosperidad, evolución, actividad profesional, dinero, amor, estabilidad, salud, firmeza, felicidad, abundancia, armonía, sabiduría y buena suerte, para mí y para todos mis familiares y amigos. Contando también con mi ángel guardián, padrino y todos los representantes del panteón Yoruba.

10 REGALITOS DULCES PARA ELEGUÁ

Cuando empecé a desarrollar una relación con mi Eleguá al principio yo lo hacía por el libro, pero al pasar del tiempo, comencé a sentir como si este misterioso orisha estaba señalándome cosas de forma sutil. Entonces decidí comenzar a escuchar eso no quiere decir que me puse a experimentar todo lo que se me ocurría. Por supuesto, como aleyo que era cumplía al pie de la letra con las instrucciones de mi padrino y proporcionaba el servicio básico a primera hora todos los lunes en la mañana.

Sin embargo, hay una gran cantidad de territorio desconocido que los aleyos deben descubrir en lo que se refiere a atender a su orisha primera y con Eleguá esto puede ser casi una prueba de fuego. Todavía no he conocido a un aleyo que se mantenga dentro de parámetros de un servicio tradicional y que no trate de irse por la borda para complacer a Eleguá. Este deseo de agradar es sólo una parte del proceso de desarrollo en el cual el aleyo tiene que aprender a escuchar a su primera serie de los orishas y en cual tiene que aprender a discernir lo que es su propia inspiración de lo que son las pistas que Eleguá provee. Es también una tarea importante aprender a diferenciar entre las ideas caprichosas y lo que es lógico y razonable. Los aleyos están abiertos a muchas influencias porque todavía están tratando de diferenciar cuáles son las voces de sus espíritus, la inspiración de los orishas y su voz interior.

Dicho esto, no hay dos Eleguás que sean iguales. En el camino he descubierto que mi Eleguás-tengo cuatro de ellos, y no, no el recibí todos a la vez- aceptan con entusiasmo los siguientes regalitos dulces:

1. Bolas de palomitas de maíz con carmelo rociados con miel y aceite de palma (manteca de corojo)

2. Ciruelas

3. Coca-Cola, sí algunos pueden sorprenderse con esta sugerencia, pero considera lo siguiente, las Cocas son oscuras, burbujeantes y es divertido tomarlas

4. Bizcochos o pasteles de chocolate

5. Galletitas Oreo

6. Dulces de maíz (Corn Candy)

7. Galletas con mermelada de guayaba

8. Galletitas de azúcar

9. Frutas confitadas

10. Galletitas de jengibre

La primera vez que compartí con mi padrino Omí Oké mi descubrimiento de la afición que mi Eleguá tenía por las Coca-Colas e me criticó fuertemente, pero una vez vio cómo Eleguá aceptó la oferta con un eye ife, dejó el asunto quieto. No es como mi Sr. Personalidad disfruta de estos regalitos con regularidad porque son regalitos ocasionales. Normalmente estas golosinas se han ofrecido con un propósito, como agradeciendo a Eleguá un favor o para celebrar un aniversario. En última instancia, queda a criterio del Orisha el aceptar regalos, bien sean tradicionales, como agua y el coco o poco ortodoxos como los antes descritos.

Para los aleyos, creo que es importante hacer la cosas siempre consultando con sus padrinos. Ellos pueden ayudarte a discernir entre las buenas ideas y las que no son tan brillantes. Los iniciados tienen diferentes mecanismos para averiguar lo que es o no un Adún adimú buena, sobre todo mediante la adivinación obí, y que siempre se debe utilizar cuando las cosas se ofrecen sólo para asegurarse de si son realmente necesarios o aceptado, ¿cuánto tiempo dejarlas como servicio a Eleguá y dónde deshacerse de ellas una vez que dicho plazo se haya cumplido. Si aun estás en el proceso de aprender sobre tu Eleguá, he aquí algunas sugerencias. Al ofrecer su servicio normal, toma un momento para sentarse junto a tu orisha y abre tu mente y corazón. ¿Cómo te sientes? ¿Se siente todo balanceado y equilibrado? ¿Le da la sensación de que algo falta? Si sientes que hace falta algo más a su servicio semanal, pregunta en voz alta y espera. La respuesta se materializará si es necesario, simplemente estar abiertos a escuchar. Hablando sobre la importancia de escuchar… a veces el mejor adún adimú son las palabras de alabanza y de amor que compartimos con nuestros orishas, trata siempre de hablar con tu Eleguá, porque a veces eso puede abrir más caminos que un camión cargado de golosinas azucaradas.